PNL (Programación Neurolingüística)
Programación Neurolingüística, (PNL) es el estudio de la estructura de la experiencia subjetiva del ser humano, esta es la definición oficial de PNL y como tal abarca todos los ámbitos de influencia de la persona, es decir, el familiar, el social y el profesional. La PNL por tanto, es una forma de observar la experiencia humana.
Podemos agregar que la PNL, por medio de las técnicas que aplica, estudia la forma en que las personas codifican y almacenan lo que perciben del mundo exterior a través de los sentidos, generando así una estructura de pensamientos que inevitablemente más tarde o más temprano suscitan una respuesta. Ello posibilita que el terapeuta proponga alternativas que le permitan al paciente alcanzar en forma positiva sus objetivos.

También podemos describir la PNL como un proceso pedagógico de aprendizaje, que nos enseña cómo podemos utilizar nuestro cerebro para gestionar los cambios necesarios a fin de proponernos y alcanzar nuevos objetivos o concretar lo que hasta el momento no hemos logrado.
Un objetivo fundamental es la propuesta de nuevas estrategias para que las personas puedan salir de situaciones problemáticas. Enseña a superar las dificultades presentes para que se produzcan los cambios oportunos que permitan alcanzar un nuevo presente donde se concreten las metas propuestas.
Otro objetivo de esta metodología es el de modelar conductas eficaces que realizan algunas personas, siendo ello lo que dio origen a la PNL. Richard Bandler (Doctor en matemáticas, informática y psicoterapeuta) y John Grinder (Catedrático Universitario en Lingüística), a mediados de los años setenta en los Estados Unidos, mediante el análisis, la experimentación y la aplicación de técnicas de modelaje de conductas eficaces, desarrollaron lo que han dado en llamar Programación Neurolingüística (PNL). Ambos estaban interesados en los patrones de conducta de los seres humanos y comenzaron un trabajo como modeladores de comportamiento. Sentían una especial inquietud en descubrir por qué había personas capaces de comunicarse con eficacia, obteniendo el resultado esperado y en cambio otras no lo conseguían. Su afán los llevó a observar ciertas conductas de algunas personas que destacaban y se centraron en la investigación de la labor de Fritz Perls (Terapia Gestalt); Virginia Satir (Terapia Familiar) y Milton Erikson (Hipnosis Clínica). En su trabajo descubrieron que podían obtener los mismos resultados y entusiasmados fueron ampliando el campo de modelaje, incluyendo a otros comunicadores de diferentes profesiones.
NUESTRA TERAPIA DE LA “GESTIÓN EMOCIONAL”

Proponemos la PNL como una Terapia de la Personalidad, que conjuntamente con otras, posibilita la “Gestión Emocional”.
Pero al igual que Bandler y Grinder, aplicamos la técnica del modelaje para que la PNL no se quede solo en la búsqueda del éxito ni de la comunicación efectiva, sino que vaya más allá y se transforme en una terapia que lleve al encuentro de la autenticidad del propio ser y a la esencia misma del potencial innato que cada uno posee en su profundidad original, con el propósito de que cada consultante descubra sus poderes creativos que contribuyan al crecimiento personal y la autocuración. Para ello nos hemos centrado en profesionales e investigadores del campo alternativo de las terapias Vibracionales como: Bhagwan Shree Rajneesh (Osho); Bárbara Ann Brennan (sanadora practicante, terapeuta y científica; ex investigadora de la NASA; AUTORA DE LOS LIBROS Manos que Curan y Hágase la Luz); Richard Gerber (licenciado en Medicina por la Wayne State University School of Medicine de Detroit. Dedicado al estudio e investigación de métodos alternativos de diagnóstico y curación. Autor del libro La Curación Energética y otros); Anodea Judith (sanadora profesional, con estudios en acupresión, yoga, bioenergía, curación psíquica, terapia guestáltica, psiquiatría, magia ritual y chamanismo. Autora del libro Los Chakras y otros); Ted Andrews (conferencista, especialista en temas metafísicos y espirituales. Autor de libro La Curación por la Música y muchos más); Louise L. Hay (conferencista, consejera metafísica y profesora. Autora de los libros: El Poder está Dentro de Ti; Sana tu Cuerpo; Ámate a ti mismo: cambiarás tu vida; otros). Todo el trabajo de modelaje en relación a los profesionales mencionados, ha permitido el desarrollo de técnicas de autoconocimiento y autoayuda posibilitando un “Crecimiento de la Vivencia Total” de quien las asimila y una eficaz “Programación de Objetivos de Vida”.
Son “4 Claves Maestras” descubiertas después de años de estudios, mucho trabajo de campo y el modelaje realizado, que aportan las pautas para llevar a cabo en cada oportunidad, nuestra “Gestión Emocional” que puede traducirse en la “Terapia de Autogestión Personal”. Las “4 Claves Maestras” para el despertar de consciencia, son: “El Conocedor”; “El Hacedor”; “El Testigo” y “El Dejar Ser”. El conocimiento es fundamental, pero en este caso dirigido a hacia uno mismo, o sea, el conocimiento del propio Ser, partiendo primero en dilucidar la incógnita de cómo somos verdaderamente y como es la parte invisible que nos constituye (nuestros planos sutiles interdimensionales) para luego profundizar en dar respuesta a la pregunta ¿quién soy yo? El proceso nos lleva al “Autoconocimiento”, por lo cual surge “El Conocedor”. Conocer implica ser consciente de la vida; que es igual a ser consciente de uno mismo.
De “El Conocedor” deriva “El Hacedor”. Con el conocimiento de nosotros mismos sabemos hacer, dicho de otra forma, sabemos navegar por el río de la vida. Nos transformamos en conscientes navegadores artífices de nuestra propia vida, hasta que llegamos a “Hacer sin Hacer”. Y cuando llegamos a esto, tan solo “Somos”, eso implica que estamos en perfecta armonía con la dinámica de la vida y que no es necesario que nos esforcemos porque espontáneamente actuamos en una sintonía armónica con la existencia.

Una vez que emerge “El Hacedor” en nosotros, queda preparado el terreno para que se haga presente “El Testigo”. Cuando estamos observando algo, un árbol, una rosa, una puesta de sol, en el proceso participan el objeto observado, el observador (que somos nosotros) y hay un tercero que observa a los dos. Entre lo observado y el que observa hay una distancia, que diferencia muy bien el papel de cada uno; pero cuando esa distancia desaparece y lo observado y el observador se hacen uno, es decir, se funden en un solo acto, es que surge “El Testigo”. “El Testigo” no es el observador solamente, es el acto de observación en una totalidad, es la expresión de nuestro ser interno en un estado de consciencia presente. Cuando alguien nos habla o cuando escuchamos una radio, por lo general ponemos nuestra atención en quien transmite el mensaje pero rara vez o casi nunca percibimos a quien escucha, que somos nosotros mismos; no nos recordamos, que si lo hiciéramos la distancia se diluiría. Cuando surge “El Testigo”, como dijimos, el ser interno tiene oportunidad de expresarse y brindarnos su orientación que es nuestra esencia original que nos impulsa, o sea, somos nosotros mismos en una manifestación pura que nos devela en cada oportunidad aspectos de la verdad. Pero ojo, “El Testigo” también actúa cuando nos mantenemos centrados frente a los acontecimientos de la vida, frente a las emociones, frente a los procesos mentales. Cuando somos “El Testigo” observamos como tal, sin identificarnos con los acontecimientos, sin abrir juicios, tan solo desarrollando la acción de observar sin más que agregar. Lo que se observa no es importante, sino el hecho de observar. Pero estando centrados y aparentemente inmutables, seguimos actuando en la vida y concluimos en “El Dejar Ser”.
“El Dejar Ser”. Ya se ha adelantado algo en “El Hacedor”. Cuando tan solo somos y estamos en armonía con la existencia es cuando dejamos ser, es cuando “El Dejar Ser” es nuestra actitud. Estamos navegando en la vida, estamos navegando con ella. No nos interponemos en su cauce, sino que la acompañamos. Con el conocimiento de nosotros mismos y la sabiduría de saber hacerlo, como un madero se mantiene en el agua aunque de a ratos se vuelva turbulenta, así hemos de llegar a transitar, siendo testigos incansables de cada experiencia que nos toque abordar. Cuando sembramos una semilla en la tierra, tenemos que saber hacerlo, tanto en los trabajos previos, durante la siembra y posteriores a la misma, pero de que florezca o no, no depende de nosotros, sino que de su propio potencial y ese es el aspecto de la vida que solo podremos acompañar, nada podremos interponer ante esa energía y es allí que se hace presente “El Dejar Ser”. Así sucede en toda la existencia y debemos estar atentos para saber cuándo introducir las maniobras apropiadas donde nuestros propósitos sintonicen con el ritmo de la vida, pero recordemos que no podremos alterar la naturaleza de su propio potencial, solo seamos sabios para dar respuestas inteligentes a los acontecimientos que se nos presenten, teniendo en cuenta que cada causa tiene su efecto.
En el desarrollo de la descripción de nuestra “Terapia de la Gestión Emocional”, hemos mencionado la PNL, “Las 4 Claves Maestras para el Despertar de Consciencia”, pero también las técnicas de “Autoconocimiento”, “Autoayuda”, que posibilitan el “Crecimiento de la Vivencia Total”; y además la “Programación de Objetivos de Vida”. Las técnicas de “Autoconocimiento”, “Autoayuda” son consecuencia del proceso de “Las 4 Claves Maestras para el Despertar de Consciencia”. “El Conocedor” tiene que ver con el mantenimiento de las otras 3 claves e implica las técnicas de “Autoconocimiento”. El desarrollo del proceso que se atraviesa con el cumplimiento de “El Hacedor”, “El Testigo y “El Dejar Ser” originan las técnicas de “Autoayuda”. Todo el proceso completo es permanentemente dinámico y genera el centramiento de quien lo practica, con la favorable consecuencia de que a cada instante se puede experimentar el “Crecimiento de la Vivencia Total”, que es un encare de la vida a plena consciencia del estado presente. Es un crecimiento que permite contactar con el verdadero ser que llevamos dentro y en cada experiencia a mayor profundidad.

¿Qué es la Programación de Objetivos de Vida? No hay que confundirse con lo que es la planificación de proyectos donde se establecen objetivos de índole laboral o social; aquí nos estamos refiriendo a la vida en su totalidad. Cuando alguien está extraviado en su vida, sin un horizonte claro ante su mirada interior; en esta terapia puede encontrar la orientación apropiada para autogestionar su vida reprogramándose en un nuevo ser estableciendo nuevos propósitos que den motivación a su existencia.
Está dirigida a las personas que por algún motivo han perdido esperanza de vida o no tienen motivaciones para nuevos emprendimientos que le den el optimismo necesario para ser felices.
Puede tratarse de aquellos que sin mucha orientación se apartan de la realidad que no conciben y caen en un mundo irreal y fantasioso, bajo el consumo de estimulantes que les ayudan a olvidarse de sí mismos y del entorno que les agrede. Hay otros casos, como quienes se plantean propuestas imaginarias y poco firmes, de pronóstico impredecible y sin certeza de resultados, que cuando quieren recapacitar ya es algo tarde.
También es una terapia apropiada para aquellas personas que atraviesan una situación crítica de desocupación laboral y el desánimo los abruma imposibilitando una reacción positiva que los movilice en la búsqueda de nueva opciones.
Tampoco está demás, para quienes por propia voluntad, se propongan un emprendimiento y quieran asegurar una base firme que los conduzca a buen término y un prolongado mantenimiento.
Podríamos considerar muchas situaciones más; las alternativas son innumerables; pero la “Programación de Objetivos de Vida” está al alcance de todos quienes lo entiendan oportuno y estén dispuestos al cambio profundo de su vida.
Esta es una terapia que se basa en los principios de la PNL. Podemos decir, que la técnica, fundamentalmente conduce al consultante hacia una toma de consciencia de su situación presente, haciendo que evalúe los aciertos y errores de la experiencia que lo llevó a la misma. Se le propone un análisis sobre la situación viable en la que le gustaría estar (situación deseada) como meta a alcanzar y además, a concientizar los recursos necesarios para lograrlo. Hay que resaltar que no es una terapia que se limita solo a lo que se plantea aquí, ya que entran en juego estados emocionales, afectivos y de diversas formas de pensamiento, que es necesario tratar para llegar a un resultado positivo que favorezca la integridad del paciente y le permita progresar con iniciativa y una autoestima fortalecida…

previa cita telefónica…
Angel Fantauzzi (nuestro Terapeuta colaborador) es Terapeuta en Programación Neurolingüística (PNL) y Terapeuta de la Gestión Emocional…con mas de 25 años de experiencia…